sábado, 9 de enero de 2016

TEIXOBACTIN: Un nuevo antibiótico prometedor

Un nuevo antibiótico descubierto está dando resultados prometedores contra superbacterias resistentes a actuales medicamentos.

Llamado Teixobactin, está hecho con Eleftheria terrae, una de las 10.000 cepas bacterianas encontradas en el suelo. El compuesto es fabricado por la empresa Novo biótica.

Funcionarios internacionales de salud han expresado su alarma de que los antibióticos que alguna vez fueron altamente eficaces, están perdiendo la guerra contra infecciones peligrosas conocidas como "superbacterias".

Entre ellas se encuentran la bacteria que causa la tuberculosis, y una infección de la piel a veces fatal llamada Staphylococcus aureus resistente a la meticilina, o SARM, que se propaga a través de hospitales, clínicas y residencias de ancianos.

Según Kim Lewis, director del Centro de descubrimiento Antimicrobiano de la Universidad Northeastern en Boston, Massachusetts, los antibióticos tradicionales, también desarrollados a partir de los microbios del suelo, trabajan al unirse a proteínas bacterianas que son esenciales para que el microbio prospere.

Después de un tiempo, muchas bacterias se adaptan a las drogas y desarrollan mecanismos de sobreviviencia.

"Se producen mutaciones, cambios en las proteínas y el antibiótico ya no funciona", dijo Lewis, autor principal del estudio que describe el nuevo compuesto antibiótico en la revista Nature.

Teixobactin destruye las bacterias, descomponiendo sus paredes celulares.

El compuesto se ensayó en ratones infectados con tres patógenos agresivos, Clostridium difficile, Mycobacterium tuberculosis y Staphylococcus aureus, eliminando las infecciones.

Se estima que Teixobactin y medicamentos de la misma clase no estarán disponibles durante al menos cinco años.

Carbapenem de via oral

Los carbapenemas son un tipo de antibiótico betalactámico con amplio espectro de actividad bactericida y son sumamente resistentes a las betalactamasas. Esta clase de antibióticos fueron descubiertos originalmente del microorganismo Streptomyces cattleya, el cual, produce su propio antibiótico llamado tienamicina.

Las características que diferencian a los carbapenemas de las penicilinas y cefalosporinas, es que en su anillo presenta un átomo de carbono en la posición 1, en sustitución del átomo de azufre que comúnmente tienen la mayoría de las penicilinas y cefalosporinas, de ahí se deriva su nombre. Junto con ello, presentan una insaturación entre el carbono 2 y el carbono 3 del anillo pentamérico. Además, su espectro de actividad frente a bacterias es el más amplio de todos los antibióticos betalactámicos, los cuales incluyen bacterias Gram positivas y gram negativas, pero no actúan sobre bacterias que se desarrollan intracelularmente como Chlamydia.

El Cs-835 es un profármaco de reciente desarrollo que supone la aparición del primer carbapenem que puede ser empleado por vía oral. En este trabajo, los autores estudiaron su capacidad microbicida, comparándola con la de otros b-lactámicos de reciente comercialización como la cefpodoxima, el cefditoren, el cefdinir y otros antibióticos como el ofloxacino, la amoxicilina o el imipenem.

Este fármaco posee una gran actividad frente a los estafilococos meticilin-sensibles, los Streptococci (incluyendo la cepas de neumococo resistente a penicilina), frente a Neisseria, Moraxella y enterobacterias con la excepción de Serratia marcescens, Haemophilus y Bordetella. Para todos estos gérmenes, la CMI a la cual era inhibido el crecimiento de más del 90% de las colonias fue inferior a 1 mg/ml. 

Frente a los estafilococos resistentes a penicilina, enterococo, Serratia marcescens, Burkholderia, Stenotrophomona y Acinetobacter mostraba una capacidad bactericida similar al imipenem, con un rango de CMI de 2-128 mg/ml. La eficacia del CS-834 en los modelos experimentales de septicemia fue muy superior a la de los otros antibióticos comparados. Además, ha demostrado no sólo una gran capacidad bactericida, sino también una excelente difusión al parénquima pulmonar, por lo que en un futuro puede convertirse en un antibiótico de elección para el tratamiento de neumonías graves, pudiendo administrarse por vía oral.


Crean dos fármacos capaces de combatir las bacterias que ya son inmunes a los antibióticos

Dos investigaciones distintas han anunciado en las últimas horas el hallazgo de una alternativa a los antibióticos. De un lado, una empresa de biotecnología holandesa ha presentado un sustituto de los antibióticos que podría ser utilizado frente a infecciones virulentas. Del otro, investigadores suizos han desarrollado una sustancia que también es eficaz ante las toxinas bacterianas y podría hacer el trabajo que hoy damos a los antibióticos. Sus hallazgos son importantes porque en los últimos años se han desarrollado las 'superbacterias', bacterias que ya son resistentes al tratamiento con antibióticos. Su aparición ha causado temores en la comunidad médica ya estas 'superbacterias' dificultan enormemente el tratamiento de enfermedades hasta ahora consideradas rutinarias. 
El abuso ha supuesto la aparición de ‘superbacterias' que son resistentes al tratamiento con antibióticosLa firma de biotecnología holandesa Micreos ha anunciado que sus científicos han conseguido desarrollar la primera alternativa eficaz a los antibióticos. Según informa The Times, la empresa lo describe como un significativo avance en la lucha contra las infecciones resistentes a la medicación. En un experimento con un número reducido de pacientes, el medicamento demostró ser efectivo para erradicar la 'superbacteria' SARM, el estafilococo resistente a la meticilina.
El nuevo medicamento ya está disponible en forma de crema para las infecciones de piel, y los médicos creen que es poco probable que las bacterias desarrollen inmunidad ante este nuevo tratamiento. Los investigadores holandeses esperan desarrollar una pastilla o una versión inyectable de la medicación en los próximos cinco años. Su hallazgo coincide con el logrado por la Universidad de Berna (Suiza) que ha desarrollado de manera paralela una sustancia que también representa una alternativa eficaz a los antibióticos. Se trata de una especie de cebo para bacterias diseñado a partir de unas nanopartículas artificiales a base de lípidos, llamadas liposomas. Según el estudio publicado en Nature Biotechnology, la nueva sustancia ha sido probada con éxito en ratones con sepsis. 
Después de la administración de liposomas, los roedores se curaron y no necesitaron ningún tratamiento antibiótico adicional. El trabajo explica que el cebo a base de lípidos actúa como señuelo para las toxinas bacterianas consiguiendo atraparlas, secuestrarlas y neutralizarlas por completo. Sin toxinas las bacterias se vuelven indefensas y pueden ser eliminadas por el sistema inmunológico.



Conceptos Básicos

 BACTERIAS

La palabra bacteria proviene de un término griego que significa “bastón”. Se trata de un microorganismo unicelular procarionte que puede provocar enfermedades, fermentaciones o putrefacción en los seres vivos o materias orgánicas.
Bacteria
Por tratarse de células procariotas, carecen de núcleo u orgánulos internos. Por otra parte, aunque el término proviene de bastón, las bacterias pueden tener forma de barra, esfera o hélice.
Las bacterias se pueden clasificar en diversos grupos partiendo de un criterio distinto. Así, por ejemplo, si partimos de lo que es su forma nos encontramos con el hecho de que existen cuatro tipos claramente delimitados:
Bacilos. Son las bacterias que se definen por ser alargadas y porque tienen la posibilidad de ser curvas o rectas. De la misma forma, hay que subrayar el hecho de que pueden contar o no con flagelos.
Leptothrix. De gran tamaño son las que se enmarcan bajo esta denominación y tienen como principal seña de identidad que pueden presentar filamentos llamados tabicados.
Espirilos. En este caso bajo dicha categoría se incluyen las bacterias que tienen una apariencia curva helicoidal.
Cocos. Las bacterias que reciben dicho nombre son aquellas que poseen forma redondeada y cuentan con la posibilidad de que pueden presentarse aisladas, en pares o bien en forma de cadena arracimada.
Además de todo lo expuesto tenemos que subrayar también el hecho de que las bacterias pueden clasificarse también en base a lo que es su respiración. En este caso, podríamos realizar dos grandes grupos: las aerobias, que son las que hacen uso del oxígeno, y las anaerobias, que no utilizan aquel sino otros elementos tales como el carbonato, por ejemplo.
En tercer lugar podemos determinar que las bacterias se pueden clasificar igualmente teniendo en cuenta lo que es su necesidad de crecimiento. Un hecho este que daría lugar a encontrarnos con dos tipos de bacterias: las heterótrofas (parasitarias, de putrefacción, simbióticas…) y las autótrofas (fotosintetizantes, quimiosintetizantes…).
Las bacterias pueden vivir en cualquier hábitat; incluso algunas especies sobreviven en el espacio exterior. Estas características convierten a las bacterias en el organismo más abundante del mundo: pueden convivir 40 millones de células bacterianas en apenas un gramo de tierra.
El cuerpo del ser humano alberga unas diez células bacterianas por cada célula humana. El sistema inmune permite que la mayoría de las bacterias sean inofensivas o, incluso, beneficiosas (ayudan a la digestión, por ejemplo). Sin embargo, ciertas bacterias pueden causar enfermedades de gravedad como la tuberculosis, la lepra y el cólera.
Las bacterias ayudan en la producción de queso, manteca y yogur, cumplen funciones de importancia en la fabricación de ciertos medicamentos y colaboran en el tratamiento de aguas residuales. También se emplean para el curtido de cueros y el curado de tabaco.
La disciplina encargada del estudio de las bacterias se conoce como bacteriología. Se trata de una rama de la microbiología, la ciencia que se dedica a estudiar los microorganismos. Bacteriología y microbiología pertenecen al campo de la biología.